Cuando los niños hablan de su escuela y (nos) enseñan…

Resumen

El trabajo que hemos realizado a lo largo de nuestra carrera, con extensiones en Brasil en particular, muestra - si es necesario - lo que los niños son capaces de hacer y lo que esperan de sus propias habilidades narrativas, haciendo eco en nosotros de lo que podemos esperar de ellos en la educación, la formación y la investigación, vinculando el conocimiento vivido y el conocimiento académico. Sin embargo, si la narración sigue estando infravalorada en el mundo de la reflexión, ella es la verdadera "característica humana" (VICTORRI, 2002), la que nos constituye como humanos en el sentido más profundo del término: sin ella, nuestra reflexividad no avanzaría, nuestro aprendizaje no se produciría o estaría mal hecho. Entonces, ¿por qué no tener en cuenta la narración y cultivarla desde una edad temprana, especialmente en la escuela? ¿Y si contáramos una historia, nuestra historia con otros y entre otros, en busca y escuchando esta capacidad primitiva de narración-reflexión que nos acompaña en todas las edades de la vida?