Alfabetización de adultos desde una perspectiva psicogenética
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Salvador, v. 5, n. 3, p. 73-97, set./dez. 2020
y conectores sí son nombrados. Es decir, son necesarios para poder entender el mensaje escrito, pero
no hace falta escribirlos.
En el periodo silábico alfabético identicamos el desorden con pertinencia en todas las señoras
que se encontraban en este nivel; sobre todo en palabras compuestas por sílabas complejas CCV y
aquellas que inician con vocal , por ejemplo: aceite, an, manzana, aceitunas.
Una de las diferencias la encontramos en la segmentación de las palabras; en los estudios rea-
lizados y dirigidos por Ferreiro con niños, la segmentación ocurre una vez que se ha consolidado la
hipótesis alfabética. Sin embargo, en los casos analizados con personas adultas podemos reconocer que
la segmentación es un aspecto que se presenta mucho antes y que incluso permite que puedan acercarse
cada vez más a la hipótesis alfabética.
Una distinción más corresponde a la inversión de letras en la lectura de algunas palabras, lo
cual no está registrado con niños hasta el momento. En nuestras evidencias podemos apreciar que al
pedirles la lectura de algunas palabras, especícamente aquellas que comienzan con vocal, los adultos
hacen una inversión pasando de una sílaba constituida por una vocal a una sílaba simple CV. Algunos
de estos ejemplos sucedieron con las palabras: atún, aceite, aceituna, atole, elote. Palabras que inician
leyendo como “ta”, “ca”, “ca” “te” y “le” respectivamente. Es necesario realizar futuras investiga-
ciones para comprobar la inversión de letras en palabras que inician con vocal, no sólo en la escritura
sino también en su lectura.
Aún cuando reconocemos las limitaciones evidentes de nuestra investigación, consideramos
que estos resultados pueden contribuir a replantear los métodos que se utilizan para la alfabetización
de adultos ya que ponen de maniesto que las personas en proceso de aprendizaje elaboran hipótesis
para tratar de comprender qué es lo que la escritura representa. Además, constatamos que este proceso
lleva tiempo y no es posible acelerarlo tal como se supone en las campañas actuales. La presentación
de sílabas o fonemas para combinar en palabras contraviene lo que los adultos están pensando, pero
es difícil que lo externen porque en general tienen experiencias educativas y de vida poco favorables
que les han reforzado la idea de que lo que piensan es “incorrecto”.
En suma, si queremos alfabetizar respetando a las personas es imprescindible reconocer su pro-
ceso de construcción de conocimiento. El respeto al que tienen derecho no es solamente en relación
con sus intereses o historias de vida, sino también (y principalmente) tienen derecho a ser respetados
como personas que piensan y no como receptores de información y adiestramiento.